Hay muchas maneras en que puedes medir el rendimiento de tu empresa. Los KPI son un indicador que puede ayudarte a hacerlo. En Social Press te hablaremos a detalle sobre estos y cuáles son los que pueden servirte más.
Un Indicador Clave de Desempeño (por sus siglas en inglés, Key Performance Indicator, o KPI), es una métrica o medida utilizada para la evaluación del rendimiento. Estos indicadores pueden ser utilizados en una empresa, organización, proyecto o proceso en relación con sus objetivos y metas.
Además, estos varían según la industria, el sector y los objetivos específicos de la entidad que los utiliza. Pero en general, cumplen las siguientes funciones y propósitos:
1. Medición del rendimiento. Los KPIs proporcionan una forma de medir y cuantificar el rendimiento de un aspecto específico de una organización o proceso. Esto ayuda a identificar áreas de mejora y a mantener un seguimiento constante de los avances.
2. Objetivos claros: Los KPIs están vinculados a objetivos claros y específicos. Estos objetivos pueden ser financieros (como aumentar los ingresos o reducir los costos), operativos (como mejorar la eficiencia de la producción) o relacionados con la satisfacción del cliente, entre otros.
3. Toma de decisiones: Estos proporcionan datos concretos para tomar decisiones informadas. Cuando los muestran un bajo desempeño en un área específica, esto puede indicar la necesidad de cambios o ajustes en las estrategias y acciones.
4. Comunicación y alineación: Aquí permiten que todos los miembros de una organización estén alineados con los objetivos y metas, ya que proporcionan una forma clara y cuantitativa de medir el progreso. También facilitan la comunicación interna y externa al mostrar el rendimiento de manera objetiva.
5. Enfoque en lo importante: Al seleccionar los KPIs adecuados, las organizaciones pueden enfocarse en lo que realmente importa para lograr sus objetivos estratégicos.
Trabajar con KPIs implica un proceso que consta de varias etapas. El primer paso es establecer objetivos claros y específicos para tu organización, proyecto o proceso. Estos deben ser medibles y estar alineados con la estrategia general de la entidad.
Una vez hecho esto identifica los KPIs que te ayudarán a medir el progreso. Es importante seleccionar aquellos que realmente reflejen el desempeño clave que quieres medir.
Para trabajar con KPIs, necesitas recopilar datos relevantes. Esto puede involucrar la implementación de sistemas de seguimiento, el uso de software de análisis o la recopilación manual de datos, según el KPI y la disponibilidad de recursos.
Recuerda que tienes que definir metas específicas para cada KPI. También puedes establecer umbrales que indiquen cuando uno está en un estado crítico (por ejemplo, si se encuentra por debajo de cierto nivel, se activa una alerta).
Con los datos recopilados, debes revisarlos regularmente y compárarlos con las metas establecidas. Analiza los resultados para comprender el rendimiento actual y detectar tendencias a lo largo del tiempo.
Si los KPIs indican que el desempeño se desvía de los objetivos o que se encuentra por debajo de los umbrales establecidos, es importante tomar acciones correctivas. Esto puede implicar ajustar estrategias, asignar recursos adicionales o implementar cambios operativos.
Comparte los resultados de los KPIs con las partes interesadas relevantes en tu organización. La comunicación efectiva asegura que todos estén al tanto del progreso y las áreas que requieren atención.
Los KPIs no son estáticos. Debes revisar regularmente tus KPIs para asegurarte de que sigan siendo relevantes y efectivos para medir el rendimiento. Puedes ajustar metas, agregar o eliminar KPIs según sea necesario.
Un buen KPI (Indicador Clave de Desempeño) debe tener varias características para ser efectivo y útil en la medición y evaluación del rendimiento de una empresa, proyecto o proceso.
Primero, debe estar directamente relacionado con los objetivos y metas estratégicas de la organización. Recuerda que estos miden un aspecto clave que tenga un impacto significativo en el éxito general de la entidad.
Debe ser capaz de medirse de manera objetiva y cuantificarse mediante datos numéricos. Debe haber una forma clara y precisa de recopilar los datos necesarios para calcular el KPI.
Tienes que tener claro que sus metas y objetivos establecidos deben ser realistas y alcanzables. De lo contrario, puede generar frustración y desmotivación si las metas son inalcanzables. Además, debe ser específico y enfocado en un área particular del negocio o proceso. Cuanto más específico sea, mejor podrá identificar problemas o áreas de mejora.
Son sensibles a los cambios en el entorno o en las estrategias de la organización. Deben reflejar el impacto de las acciones y decisiones tomadas.
Proporcionan información actualizada y oportuna. Esto permite a la organización tomar decisiones rápidas y ajustar las estrategias según sea necesario. Al mismo tiempo, tienen que ser comprensibles para todas las partes interesadas, desde los empleados de nivel operativo hasta la alta dirección. Necesitan comunicar de manera clara el rendimiento sin requerir conocimientos técnicos avanzados.
Un buen KPI a menudo se puede comparar con referencia a un punto de partida o con respecto a estándares o benchmarks de la industria. Esto facilita la evaluación del rendimiento relativo.
Es muy difícil hablar de una lista de KPIs principales que sea aplicable universalmente, ya que cada entidad puede tener diferentes en función de sus necesidades y estrategias. Sin embargo, hay algunos KPIs comunes que suelen utilizarse en diversas áreas. Estos son los siguientes:
1. Ingresos. Este KPI mide el total de ingresos generados por la organización en un período determinado. Puede desglosarse por productos, divisiones o canales de ventas para obtener una visión más detallada.
2. Tasa de conversión. Ésta mide la proporción de visitantes o clientes potenciales que realizan una acción deseada. Es un indicador importante para medir la eficacia de las estrategias planteadas.
3. Costo de adquisición de clientes (CAC, por sus siglas en inglés). Este calcula cuánto cuesta adquirir cada cliente. Se obtiene dividiendo los costos de adquisición (como gastos de marketing y ventas) entre el número de nuevos clientes obtenidos en un período.
4. Índice de satisfacción del cliente (CSAT, por sus siglas en inglés). Este mide la satisfacción general de los clientes. Los clientes suelen calificar su satisfacción en una escala, y este KPI proporciona información valiosa sobre la calidad de la atención al cliente y la experiencia del usuario.
5. Margen de beneficio bruto. Este KPI muestra cuánto dinero queda después de restar los costos directos de producción o adquisición de los ingresos totales. Es importante para evaluar la rentabilidad de una organización.
Recuerda que estos son sólo ejemplos y que los KPIs específicos que una organización utiliza dependen de sus objetivos y de la industria en la que opera. Además, los KPIs pueden variar con el tiempo a medida que cambian las circunstancias y las prioridades de la organización.
En Social Press podemos ayudarte a calcular tus principales KPI. Contáctanos en nuestras redes sociales o en nuestra página web. Estaremos listos para ayudarte.
Hermann Gil Robles es Director en SocialPress.mx, una agencia especializada en inbound marketing, campañas en Meta, TikTok y LinkedIn. Experto en marketing de contenidos y SEO. Ha publicado dos libros de cuentos No hay buen puerto (2013) y Fuera de la Memoria (2011), así como la novela titulada Los Sueños de los Últimos Días (2012) y La ciudad del olvido (2016).